1990-1992
La particular atmósfera de desolación de la salitrera Chacabuco que en el año 1971 fue declarada monumento nacional y que paradójicamente entre los años 1973 y 1975 fue uno de los campos de concentración más grande de prisioneros políticos en Chile.
La extraña sensación de un lugar fantasmal con una fuerte carga histórica fue fotografiada en el año 1990 como parte de un proceso llamado documental-plástico, que es la forma que llama el autor a su trabajo de seguimiento de situaciones y personajes con fines artísticos. El proceso visual de post-producción se realizó con impresiones sobre material texturado, literalmente trozos de muro sobre tela aparentemente degradados por el tiempo, logrados a través de la manipulación física y la intervención química.